Entre Pensares y Vendettas

Entre Pensares y Vendettas

viernes, 17 de diciembre de 2021

El camino no espera que camines

Perdona que repita: Ya te extraño.

Al respetar silencios y mohines

hacemos, con la ausencia, mucho daño.

El camino no espera que camines.

 

Puedo gritar, al viento si es preciso,

¡Qué se combinen mares y desiertos!

¡Qué se estrellen los cielos contra el piso!

No me sirven los ojos nunca abiertos.

 

Escribir en la arena es un delito

cuando nos apostamos la existencia.

Nuestra inmortalidad es solo un mito

que se rompe en la roca sin clemencia.

 

Autor: Jorge de Córdoba

 

lunes, 15 de noviembre de 2021

Se cierra un capítulo



Irónico es que cierre este capítulo

de versares versados en el hoy.

Este nuevo camino en donde voy

precisa renacer con nuevo título:



Se devela un destino señalado

y El Señalado bebe de mi plasma.

Así, ya convertido en un fantasma,

me transforma el demonio, un ser alado.


La consigna es tan simple que lastima:

Describir la verdad de un poseído.

Traigo a vuestro regazo lo leído

en un libro de prosa que no rima.


El verso sustraído en testimonio

es la respuesta dada por el clero

a la pregunta puesta desde cero

hasta la plenitud: fin de un demonio.


Autor: Jorge de Córdoba






sábado, 6 de noviembre de 2021

El silencio de la Musa

Escucho los destellos del vacío

imperante en los campos de cemento.

La ciudad con su ruido de lamento

repite su cantar y desvarío:

 

¡Somos esclavos y somos olvido!

 

La Musa, sumergida en el absenta

se pierde y convulsiona su tragedia.

Consiente que la muerte ya la asedia

comulga en el dolor que le atormenta.

 

¡Sentimos el dolor en muerte lenta!

 

Su grito es un pregón desconsolado

que rasga sus entrañas a tirones.

Ha perdido los ritmos y los sones

anhelando los tiempos que han pasado.

 

¡El versar es un canto que ha callado!

 

Autor: Jorge de Córdoba

 

martes, 2 de noviembre de 2021

La maravilla del saber

Vana imaginación de las culturas...

creer ser portadores de verdades

trascendentes a todas las edades

y miras de muy bajas estaturas.

 

Somos, cual eslabones, una parte...

un fragmento minúsculo de causas.

El diástole del ritmo con sus pausas

que se pierde en palabras, en el arte.

 

Todo conocimiento convulsiona

al transformar sus máximas en dudas.

No entiende de las reglas cuasi mudas

y se desgasta, rompe y erosiona.

 

Es una maravilla del saber,

el evolucionar constantemente.

Es como germinar, tan de repente

que los ciegos ya pueden todo ver.

 

Autor: Jorge de Córdoba

 

lunes, 1 de noviembre de 2021

No existo

Descubrí que no existo en este mundo.

Soy la sombra siniestra de un recuerdo

mutilado, intangible y tan profundo

que sostiene un pasado soso y lerdo.

 

Pensamiento tortuoso y desprovisto

que desangra el sentido de las cosas.

La distancia me mata y no resisto

encontrar su presencia entre las rosas.

 

Pecador, disoluto, excomulgado...

he pagado los costos que han impuesto

al vivir la verdad que se ha negado

y subsiste en un libro vil, funesto.

 

Me borraron del libro de la vida

y navego en los Versos de Satánicos.

Desquiciado camino sin salida

me deleito en tentar los nuevos pánicos.

 

Autor: Jorge de Córdoba

 

viernes, 29 de octubre de 2021

Te hago libre

Abre los ojos

y recibe a la muerte.

 

Mantente erguido

para saldar tu deuda.

 

Vengo a cobrar

la sangre de mi entraña.

 

Conoce al fin

quien te libertará

 

de tu pecado...

y nuestro desconsuelo.

 

Autor: Jorge de Córdoba

 

lunes, 18 de octubre de 2021

Me retiene

El líquido se escapa tan despacio...

no tiene prisa alguna ni tarea

ni reparo. El camino es cual marea

que carece de ruta en el espacio.

 

Aunque troce las venas otra vez

mi sangre se detiene al interior.

Un maldito designio superior

me retiene y transforma la embriaguez.

 

No comprendo, ni puedo figurarme

pa´ qué demonios sigo con aliento.

Los dioses no me dan consentimiento:

No quieren, nuevamente, destrozarme

 

Mi mente, y corazón, en un cadalso.

Cual patíbulo cruel de la ignominia,

el respirar, me suena a misoginia

y todo en la apariencia: roto y falso.

 

Autor: Jorge de Córdoba

 

miércoles, 13 de octubre de 2021

Sostuviste mi verdad

Una vez que se rompe la confianza

es preciso afrontar su involución:

Como puente gastado por fricción

no se puede forjar en una alianza.

 

Cuando se muestra el todo, se vulnera.

Es tener la pechera al descubierto,

es dejar que, del agua del desierto,

quede el aroma dulce de madera.

 

Tus manos sostuvieron mi verdad

y la lanzaste al suelo del descuido.

Ahora las palabras... son un ruido

repetido por toda la ciudad.

 

Las grietas que se abrieron no se curan

ni precisan perdones o placebos.

Ya no somos siquiera dos mancebos...

acaso, dos caminos, que se apuran.

 

Autor: Jorge de Córdoba

 

martes, 12 de octubre de 2021

Obtuve mi respuesta

Nunca aprendí la lección

y en el filo de navaja

con sorpresa y aflicción

sangre sube, sangre baja.

 

Aposté la misma apuesta

expuesto por la confianza

así obtuve la respuesta:

no forjes ninguna alianza.

 

Con la rabia de por medio

y la sorpresa patente:

¡Te maldigo, amargo tedio,

con el alma, con la mente!

 

¡Que se tumben los molinos

y se quemen sus maderas!

¡Buscaremos nuevos vinos

en distintas primaveras!

 

Autor: Jorge de Córdoba

 

martes, 5 de octubre de 2021

Haber visto todo

Y cuando creí

que se ha visto todo

 

De la distancia llegan nuevos retos...

Es un latido, hermano, una quimera.

Es la flor que descolla entre los setos...

es la causa, el motivo, la primera.

 

Del romance se aprende por las malas,

por las buenas y toda alternativa.

La Musa es quien nos presta nuevas alas

logrando que la sangre grite viva.

 

Hoy te digo, mi hermano, que las diosas

existen en los tiempos y en el fuego.

Nos llenan de lecciones tan valiosas

que parece que somos solo un juego.

 

Sin embargo, formamos eslabones

que sujetan, libertan y enloquecen.

Por ellas se pulieron escalones

y muestran que las almas siempre crecen.

 

Autor: Jorge de Córdoba

 

 

martes, 21 de septiembre de 2021

Todo se ha pagado

Si mi boca soltase la verdad

y fuese cual remanso de prudencia

despejaría toda oscuridad

acatando la luz de la advertencia.

 

Sin embargo, me cargo a los demonios

que, de una vez, llamaron a mi puerta.

Presentaron sus falsos testimonios

y dejaron el alma un tanto muerta.

 

Mis venganzas cazaron asesinos

y llevan en la entraña su alto precio.

En sus tumbas bebí los magros vinos

y pagué mi delirio como un necio.

 

Bendita la vendetta de los hombres

que los infiernos cobren su pecado.

Y borré de la vida hasta sus nombres,

¡El alma de mis hijos de ha pagado!

 

Autor: Jorge de Córdoba

 

miércoles, 8 de septiembre de 2021

Personajes de Historieta

¿Amanecimos?

¿Acaso despertamos?

 

Los días, como las uvas, vienen en racimos

Igual que las rosas, que se presentan en ramos.

 

¿Quién te dice que no somos el sueño de otra persona?

Qué no somos personajes de una historieta.

Este mundo con sus tangentes nos arrincona

en una imagen repetitiva, agitada, temblorosa o quieta.

 

Somos un destello de luz que parpadea…

que viaja, ¿desde dónde? No lo sabemos.

Navegamos en un mar, de caprichos, sin marea

que nos sube cuando, en realidad, caemos.

 

 

Autor: Jorge de Córdoba

 

 

sábado, 31 de julio de 2021

Soledad e inspiración

Elegí soledad e inspiración

intentando escalar por las cornisas

de sutil decadencia en tantas prisas…

que causaron alguna excitación.

 

La venganza cobróme su factura:

al cortar las entrañas del maldito

me encerraron tras piedras de granito

con un vano pretexto de locura.

 

Por lo tanto, me inspiro del recuerdo

que perdura en el borde del abismo

de una mente abatida por el sismo…

de su Musa, ultrajada por un cerdo.

 

Autor: Jorge de Córdoba

Versos melódicos 3,6,10

 

jueves, 18 de febrero de 2021

Los pactos sucumbieron



Pensar es un castigo tan profundo

como el sol; tan intenso como el cielo…

que enloquezco por todo en un segundo

intenso y congelado bajo el hielo.

 

Los pactos sucumbieron y sus ojos

se apagaron dejándome una herida

de egoísmo, retazos y despojos.

No le encuentro un sentido a esta vida.

 

Si la rabia es mi premio y el dolor

la constante… que truenen con sus mitos

y se opaquen los brillos del color.

Desde ahora me alejo de sus ritos;

me alejo del amor.

 

Su mano contenía mi demencia

y sin ella, no tengo paz alguna.

Esta vida es infierno y penitencia…

es demencia infeliz, Fuenteovejuna.

 

Jorge de Córdoba