Entre Pensares y Vendettas

Entre Pensares y Vendettas

domingo, 20 de diciembre de 2020

Lloran las campanas

Se escuchan tantos gritos y lamentos

desde varias ventanas de las casas.

Es un dolor gigante, cual tormentos,

rasante, indescriptible, en estas masas.

 

Los aullidos que anuncian otra muerte;

las campanas que plañen con sus bronces…

los dados han marcado nuestra suerte

desde siempre, por años, desde entonces.

 

Ignoramos los nombres de personas

que perdieron sus vidas sin remedio.

Las campanas ahora son ladronas

quemando el corazón por ese medio.

 

Autor: Jorge de Córdoba

 

Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia; la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas; doblan por ti.

John Donne

martes, 10 de noviembre de 2020

Motivo


Y de repente el mundo era por ellos...

y desde ellos brillaron las estrellas.

Fue cual quitarse un yugo de los hombros

y palpar el perfume del aurora.

 

Y se abrieron las venas al unísono

deshojando sus penas en historias…

se comieron los días y las horas

hermanando sus vidas sin saberlo.

 

De repente vivir era un motivo

y las sombras se hicieron un recuerdo,

sus labios canturrearon el sonido

que emite un corazón enamorado.


 Autor: Jorge de Córdoba


 

sábado, 7 de noviembre de 2020

Soñar

 

Soñar no cuesta nada,

según los aforistas de taberna;

aquellos que subsisten de bajada

sosteniendo una lucha cruel y eterna.

 

Soñar es un placebo

que inspira a los Quijotes y a los Sanchos.

La frontera del “puedo” con el “debo”

en caminos angostos o muy anchos.

 

Soñar es una apuesta

que te lleva a las nubes o al infierno,

son los acordes fuertes de una orquesta

que troca lo salvaje en algo tierno.

 

Autor: Jorge de Córdoba

martes, 9 de junio de 2020

No hay poesía


La metralla sacude las costillas
y las botas se clavan en su cara...
se acabaron el mimo y cortesías
pues la muerte ya pinta nuevas rayas.

Si la musa reclama sus orillas
y recibe los golpes de la vara
el dolor se retrata en poesías
derribando los muros y atalayas.

Las canciones se abortan al nacer
y las notas se escurren al yacer

A la musa rompieron las costillas
y mi México tiene que crecer.

Jorge de Córdoba

sábado, 7 de marzo de 2020

El temor del mexicano


El hombre no le teme a los balazos...
le teme, con terror, a los pendejos,
aquellos que se miran desde lejos;
los mismos que proponen más abrazos.

Le teme a encumbrados ignorantes...
a personas que piensan como gansos;
a tigres que babean de tan mansos
y siembran sus mentiras incesantes.

Le teme a los machistas de etiqueta,
a quienes se proclaman feministas
cuando en la realidad son arribistas
que buscan sin parar en su bragueta.

Le teme a la incongruencia sin cuartel
a la falacia indómita y política
del baboso que vive de la crítica
buscando ser un rostro en el cartel.

Autor: Jorge de Córdoba

viernes, 6 de marzo de 2020

No podemos claudicar


Me extraña la manera que no siento
empatía o tristeza por personas
que mal se arrodillaron por el viento
y sollozan mostrando ser sobonas.

Me resulta asquerosa su existencia
e intrascendentes todos sus motivos.
Pagarán, y muy cara, su sentencia
vendieron la razón por verse vivos.

La redención es vana y tan falaz...
un concepto perfecto para moscas.
Esta existencia es rauda, ¡cuán fugaz!
con maneras prendidas, siempre toscas.

Existimos por causas admirables...
con destinos trazados por la mente.
No podemos rendirnos ante sables
creados por los hombres, por la gente.

Autor: Jorge de Córdoba

miércoles, 12 de febrero de 2020

Vendetta Satisfecha


La sensación que llevo entre los dedos
motiva arcadas duras e incesantes.
Se satisfizo el llanto en los amantes
y los sollozos romos, siempre quedos.

Nuestra vendetta, es deuda ya pagada,
me llevará por tierras conocidas.
Entonces dios pregona nuevas vidas
al deshojar la flor ya delicada.

El juramento, ancestro de la historia,
se redactó con sangre familiar
y la verdad que supo conciliar
permite un giro franco de la noria.

Autor: Jorge de Córdoba