Entre Pensares y Vendettas

Entre Pensares y Vendettas

viernes, 30 de noviembre de 2018

Pensaba en un café


Resultado de imagen para taza de caféPensaba en un café…

Anhelaba un café.

La jornada empezaba con descontento… una desazón equivalente a aplastarse los dedos con una puerta en temporada fría. Y precisamente fue la puerta de nuestra oficina la que fue ultrajada.
Le quitaron la virtud a fuerza de golpes, zarandeos, puñetazos y patadas. Valiéndose de palancas y golpes al estilo de Daniel Maccio la dejaron en astillas.

Y así, con el costillar roto, el orgullo abatido y su personalidad violada… dio paso a los amantes de lo ajeno que, entre otras cosas, hurtaron la vieja cafetera de oficina.

De tal manera y dejando de lado el daño económico, que es cuantioso, pueden imaginarse el desasosiego imperante es mis neuronas que, a falta de café, empiezan a divagar cual moribundo extraviado en el desierto. 

Dado que mis compañeros de jornada, no son cafeinómanos, no padecen ni comprenden mi dolor.
Pero sea como fuere… el mundo es mejor con café.

Y mientras la causalidad o providencia no dicte lo contrario… saldrá al quite el viejo termo Stanley de mis padres.

El termo que, con toda su historia a cuestas, sigue fielmente ejerciendo su oficio y brinda consuelo a un paladar anhelante de efluvios aromáticos nacido de granos importados del mercado de  La Merced.

Puedo mandar, desde este momento y lugar, un saludo a la progenitora de los sin conciencia, a quienes no les importó destruir los planes de seis familias… depreciando las fechas venideras.
Después de presentarles mis respetos de manera dactilológica… (con una sola mano) les saludo.

Atte:

Jorge de Córdoba
San Juan del Rio, Qro.
30 Noviembre 2018

martes, 13 de noviembre de 2018

Y ¿qué es el suicidio?


Es cerrar las ventanas y las puertas;
es bajar la mirada y ambos brazos.
Es envidiar las cosas siempre muertas;
es fijar nuevos nudos a los lazos.

Se piensa que vivir es privilegio
cuando en la realidad es aventura.
Encontramos el vino siempre regio
sin ver que su sabor es la atadura.

Aquellos que cargamos la conciencia
como un lastre maldito e indomable
sabemos que no existe penitencia
que brinde paz o tenga un lado amable.

Las cicatrices tienen su motivo
y pregonan la falla en el intento…
¿Quién soy yo, preguntando tan altivo,
para saciar el morbo o descontento?

Si el suicidio es su paz… que descanse.

Autor: Jorge de Córdoba

sábado, 10 de noviembre de 2018

Venta de órganos


Estamos vivos, vivos en la muerte.
Respiramos residuos, respiramos.
La bendita ignorancia, de tan fuerte,
quedó sobre ladrillos, la pisamos.

Entonces entendimos -solo entonces-
que los árboles eran la esperanza
que de nuevo ostentamos, con los bronces,
marcas de conformismos sin balanza.

La justicia, tan ciega la justicia,
que desnudó su seno de matrona
como lo hicierä Hécuba. Se oficia
el rezo que jamás, jamás se entona

por los cuerpos anónimos, sin lápidas.
Escuchamos mentiras que celebran
las reverencias torpes y tan rápidas
que se tejen con tripas que ya enhebran.

“Estamos vivos” dicen los periódicos...

Autor: Jorge de Córdoba

Hécuba. Madre de Héctor, "La Iliada" Canto XXII