¿Acaso entenderán las consecuencias
los norteamericanos de tener
un Hitler en potencia. Despeinado,
asustado de sombras y psicosis?
No captan sus cerebros consumistas
que verán derrumbarse sus cimientos
disfrazados de locas estrategias...
¡Son castillos de arena ya mojada!
Tantas similitudes con el Führer
son pasmosas. Asusta a la memoria
escuchar sus monólogos locuaces
mostrando sus decretos ya firmados…
parece que reclama una estrellita
en la frente. Al igual que los pubertos
del jardín de los niños. ¡Qué despierten
a los gringos dormidos! ¡Hay problemas!
Autor: Jorge de Córdoba
* Frase de Jim Lovell a bordo del Apolo XIII
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