Mis dedos transparentes y cansados
por las interminables cabalgatas
de teclados sonoros, desgastados,
que son los transmisores de sonatas...
exigen me detenga en un instante
y repare en las graves consecuencias
de dejar que un perfecto trashumante
maneje en arsenal de flatulencias.
Ya faltan veinticuatro cortas horas
para que un desgraciado con copete
imponga las traiciones portadoras
de tonterías, siendo un alcahuete.
Autor: Jorge de Córdoba
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