disfrazados de dulces y mentiras
escondidos en leños y las piras
que encendiste por fiel casualidad.
Desprendimos los gajos de naranja
y bebí de tu néctar suculento.
Después entenderé que fuimos cuento
quedando separados por la zanja
que representa darme en la maceta
con un tubo de fierro confundido.
Soy sordo. Ya no escucho ni un sonido
resultó ser veneno tu receta.
Autor: Jorge de Córdoba
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