Resulta que las moras escondidas
en labios escarlatas y salados
se quedaron ocultas, cohibidas,
por pretextos banales, condenados.
¡Qué la pluma se vuelva a su tintero!
Y voces enmudezcan de distancia.
Como llave atrapada en un llavero,
igual olvidaremos la fragancia
que dejaste en mis dedos anhelantes
pletóricos de fuegos y pasiones.
Quitando los pretextos aberrantes
llegarán las tonadas y canciones
de una Musa ligera de pendientes
que viva las quimeras ya calientes.
Autor: Jorge de Córdoba
No hay comentarios.:
Publicar un comentario