Estamos en
peligro, compatriotas,
en efecto se
llegan malas nuevas.
Nos veremos
viviendo en hondas cuevas
luchando con
reptiles y gaviotas.
Abramos los
sentidos parentales...
nuestros
hijos tendrán el paredón
como destino
frente al pelotón
que les
cobre apatías ancestrales.
Despierten
mis hermanos, ¡Despertemos!,
la historia
nos alcanza ahora mismo
escupiendo
en la cara al conformismo
y ahogada en
el humo que vertemos.
Son los
autos y fabricas también
¡Las metimos
en urbes confinadas!
En tanto
permanezcan hacinadas
no veremos
mejoras cien por cien.
Autor: Jorge de Córdoba
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrar