¡Somos humanos! Cuerpos, versos, ¡Almas!
Morona de contento
batir de muchas palmas
inmersos en las prisas y las calmas.
.
Un cenit de tormentas...
abanico de dudas y emociones.
Cargamos osamentas
de múltiples traiciones
que levantan -derrumban- a naciones.
.
Somos lo delicado
tras un cortejo bravo, enardecido.
Paraíso atrapado
potente y desvalido,
en la fuerza y flama del bramido.
.
Autor: Jorge de Córdoba
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