Duele cuantificar personas muertas
como un índice tétrico y banal
del clima que sacude nuestras puertas...
de tanta miel reseca en el panal.
Amapolas llenaron panteones
con madres desgarrando sus lamentos.
Así que ya tenemos nuevos leones
siguiendo a los dementes y jumentos.
Los Estados Unidos, consumistas
de opiáceos candentes y letales
pretenden que entreguemos nuevas listas
de narcotraficantes y metales.
Si los Greengos consumen de la droga
es obvio que tendremos para todos.
Es tiempo que se quiten de la toga
el birrete de un juez de paz y modos.
Autor: Jorge de Córdoba
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