Que no mueran andantes del asfalto
y encuentren salvación los prisioneros
del cannabis. Que eviten todo salto
a infiernos con efectos pasajeros.
Que los techos guarezcan esos hombros
de muchachas vendidas a su suerte...
Que se levanten todos los escombros
y los despojos tristes del mas fuerte.
Que se paguen las cuentas ya vencidas
y los deseos sean más tajantes.
Cambiemos las cobijas ya raídas
por un techo caliente a los infantes.
Autor: Jorge de Córdoba
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