No pretendo juzgarles o destruir...
vengo solo a cobrar algunas cuentas.
No me importa que sean cual faquir
hoy se saldan las muertes y las rentas.
Ni tu dios, ni sus leyes ya te abrigan:
abusaste de todos los ancianos...
de niños y mujeres que me obligan
a cortar tu garganta y ambas manos.
¿Qué? ¿Te parece extrema la sentencia?
Los niños mutilados tienen nombre.
No existe salvedad o penitencia
hoy llego como un padre y como un hombre.
Autor: Jorge de Córdoba
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