¿Existe del perdón algún remedio...
una receta, franca, ilimitada?
¿Algo que se transforme desde el tedio
para llenar la noche desgastada?
Porcelana que rota en mil fragmentos
queda con cicatrices de por vida.
Ya no importan los nuevos juramentos
ni restaña la sangre ya vertida.
Si se entrega el perdón no significa
que los puentes resisten todavía.
La distancia se forma y gratifica
convirtiendo la noche en nuevo día.
Autor: Jorge de Córdoba
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