Ingenua mujer
piensas que del olvido se alimentan
energías, pasión y anochecer.
El olvido es un síntoma aburrido
como llamas que nunca más calientan,
como un címbalo quieto, sin sonido,
De la ausencia se forman los reflejos
aquellos que por siempre desorientan
motivando a charlar con los espejos.
Ahora que descubres esta brama
sabes que las pasiones no se rentan
y buscas revivir aquella flama.
Autor: Jorge de Córdoba
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