Demonios en concierto cacofónico
se deleitan de muertes infantiles.
Asesinos nos sobran, y por miles,
borrachos de ignorancias y de tónico.
En México nos matan cada día
al igual que en países que fabrican
armamento a granel mientras dedican
su comercio de muerte y alegría.
La droga se produce para gringos;
el tráfico de niños es a diario.
Disfrazan a su loco de corsario
y que al mundo lo carguen viejos pingos.
No hacemos suficiente por parar
el degenere franco de este mundo.
Conocemos lo bajo y lo profundo
de un infierno de carne por quemar.
Autor: Jorge de Córdoba
No hay comentarios.:
Publicar un comentario