Se escucha un lamento que moja las manos:
Pañuelo agitado con tonta esperanza
temiendo a las balas de ciega venganza
que silban en torno de niños y ancianos.
Refugios quemados que sirven de fosas
cubriendo los cuerpos de vivos y muertos.
No pueden sacarles ¡Abono en los huertos!
dejados por años en tumbas sin losas.
La guerra en las calles no brinda cuartel
a madres que buscan sus niños perdidos.
Ni cómo decirles que son consumidos
en piras de leños, cartón y papel.
Autor: Jorge de Córdoba
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