y lo oscuro de días sin rumores
opacan mi memoria con temblores
de metralla, secuestros y querellas.
Las calles salpicadas de plegarias
y lágrimas vertidas por mujeres,
regresan al ahora los ayeres
de guerras y vergüenzas sedentarias.
Las mentiras están al descubierto
y los hombres se dicen engañados
por demagogos vanos y calados
sin distinguir lo falso de lo cierto.
Autor: Jorge de Córdoba
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