Y de repente el mundo era por ellos...
y desde ellos brillaron las estrellas.
Fue cual quitarse un yugo de los hombros
y palpar el perfume del aurora.
Y se abrieron las venas al unísono
deshojando sus penas en historias…
se comieron los días y las horas
hermanando sus vidas sin saberlo.
De repente vivir era un motivo
y las sombras se hicieron un recuerdo,
sus labios canturrearon el sonido
que emite un corazón enamorado.
Que bello escribes y te lo vuelvo a repetir,
ResponderBorrartus letras son profundas.
Besitos dulces
Siby
Gracias Siby.
ResponderBorrarEl versar es para gritar susurros...
sentir por todo lo alto.
Un abrazo desde estos lares.
¡Que rico¡
ResponderBorrarEsto lo imaginaba peto me encantó verlo.