Acusado por amor,
inocente en la demencia.
La vida es un estertor
atrapada y sin clemencia.
¿Qué sucede, mi dios inquisidor?
¡Tienes despellejada penitencia!
¿Lanzas a los abismos del dolor
todas las consecuencias de tu ciencia?
Te llevaste a margarita
y la mente de sus críos
¡El dolor también tirita!
¿Será que tus abrazos son los fríos?
¡Te aprovechas del alma, que contrita,
entrega los residuos de sus bríos!
Autor: Jorge de Córdoba
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