El veneno de cruenta ambigüedad
destruyó las bondades que tenías.
Fueron tantos pretextos y manías
que todo se llenó de soledad.
Confundiste constancia con entrega
dejando lo tangible para luego.
¡Que triste que nos vieras como un juego!
Ya todo desemboca en el Omega.
Recuerda que en la LEY el agua aflora
y la unión de contrarios es destino
a constructores locos del camino.
Encuentra quien te llame "Mi señora"
Antes de que termine nuestra hora
busca quien te comprenda
y arráncate la venda.
Autor: Jorge de Córdoba
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