¡Tan agrio es el
tormento que toca las entrañas...!
Mi alma, rota y
caída, se ciega ante el sonido
y en un sordo
lamento grita cosas extrañas.
Venezuela levanta...
Venezuela tropieza.
¡Cuerno de la
abundancia que parece tan seco...!
Tu pueblo ya no
aguanta discursos de tibieza
¡Terminó nuestra
infancia con todo el recoveco!
Nuestros países
lloran similares traiciones:
México en su
ceguera nos remite al apuro
y en Venezuela
afloran las antiguas canciones.
La muralla y
loquera... con un loco Maduro.
Autor: Jorge de
Córdoba
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