Yo no vengo a pasarte la factura...
de eso se encargarán historiadores.
Yo vengo por la sangre de traidores...
la que debes. La historia siempre es dura.
Si la ley de los hombres te exonera
no así la lealtad a mis hermanos.
La sangre que vertieron vuestras manos
ya señala una fosa que te espera.
Hoy te exhorto a pagar con dignidad;
demuestra a tus vecinos como muere
un demente que, fuere como fuere,
mató a sus hombres con su ingenuidad.
Autor: Jorge de Córdoba