Elegí soledad e inspiración
intentando escalar por las cornisas
de sutil decadencia en tantas prisas…
que causaron alguna excitación.
La venganza cobróme su factura:
al cortar las entrañas del maldito
me encerraron tras piedras de granito
con un vano pretexto de locura.
Por lo tanto, me inspiro del recuerdo
que perdura en el borde del abismo
de una mente abatida por el sismo…
de su Musa, ultrajada por un cerdo.
Autor: Jorge de Córdoba
Versos melódicos 3,6,10